Joaquín Figueroa
A los cinco años y con dientes de leche, Joaco ya practicaba equilibrarse en su tabla motivado por su hermano mayor, que le presentó lo que sería un acompañante de por vida, su patineta. Hoy tiene veinticinco años y además
A los cinco años y con dientes de leche, Joaco ya practicaba equilibrarse en su tabla motivado por su hermano mayor, que le presentó lo que sería un acompañante de por vida, su patineta. Hoy tiene veinticinco años y además